Cómo responder a preguntas sobre las corridas "incruentas"
■Pregunta: ¿Están ustedes a favor de las “corridas incruentas”?
Respuesta: Las corridas incruentas no existen. En todas las corridas de toros de todo tipo, tanto las que se mata al toro como las que no, tanto las que se usan banderillas como las que no, el toro sufre innecesariamente, y por tanto son indudablemente crueles.
■Pregunta: ¿Pero cómo va a sufrir el toro si se las llaman “incruentas”?
Respuesta: ¿este es un término que usa la industria taurina para intentar librarse la etiqueta de crueldad, no lo usamos nosotros los animalistas, que después de haber estudiado este tipo de corridas podemos confirmar que siguen siendo crueles porque el toro sigue sufriendo, a veces más que en las corridas al estilo español?
■Pregunta: ¿Así que la opción de la corrida incruenta no es una propuesta del animalismo?
Respuesta: No, es una propuesta de la industria taurina, no necesariamente apoyada por los taurófilos más ortodoxos, pero es su propuesta, ya que, como es una industria de fin de lucro, lo que les interesa es seguir haciendo corridas, incluso si las tiene que cambiar de forma.
■Pregunta: ¿Pero cómo dicen que el toro sufre más? Si no matan al toro, va a sufrir menos, ¿no?
Respuesta: Sufre más porque lo matan de todas maneras, pero en lugar de matarlo delante del público, lo matan a puerta cerrada, a veces dos o tres días después, tiempo durante el cual el sufrimiento del toro se acumula.
■Pregunta: Pero si se pudiera garantizar que el toro sobrevive, entonces sí, ¿no?
Respuesta: No, entonces tampoco, porque se le tortura al toro, y la tortura, incluso si la victima sobrevive, sigue siendo tortura. Además, como los toros toreados no se pueden torear otra vez porque aprenden el “engaño” del torero y por tanto son más peligrosos, el ganadero no lo quiere de vuelta y por tanto, a no ser que sea rescatado, va a acabar siendo sacrificado a la edad de 3, 4 o 5 años, cuando si se le hubiera dejado libre y en paz en la dehesa podría haber vivido 20 años.
■Pregunta: ¿Pero cómo se le tortura al toro?
Respuesta: Desde que lo secuestran de la dehesa donde estaba viviendo en paz con su rebaño, el toro pasa un calvario largo donde se le somete a todo tipo de agresión y abuso, causándole sufrimiento psicológico y físico. Psicológico en la forma de incomodidad, miedo, angustia, y estrés; y físico en la forma de agotamiento, heridas y, como ya he argumentado, muerte “a puerta cerrada”. Las corridas incruentas incumplen las cinco libertades de bienestar animal que son la base de las legislaciones de protección animal de todo el mundo, lo que explica porque también están prohibidas en la mayoría de los países modernos del mundo.
■Pregunta: ¿Pero a mí me han dicho que en los EEUU usan velcro en las banderillas así que no hay heridas, no?
Respuestas: Sí usan velcro pero debajo del velcro hay una banderilla afilada que si se calva al lomo del toro, y una tela pegada a su lomo absorbe la sangre para que el público no la vea. Esto se descubrió en el 2009 donde una investigación reveló el fraude de las corridas norteamericanas. Incluso se hicieron arrestos ya que se descubrió que todo era un engaño.
■Pregunta: ¿Pero entonces ustedes no aceptan ningún tipo de corridas?
Respuesta: Exactamente, nosotros, el movimiento de protección animal del mundo, tomamos una posición abolicionista en el caso de la tauromaquia porque no se considera que haya ningún tipo de corrida que no cause sufrimiento a los toros, vacas o caballos. Es por eso que no se aceptó la opción de la corrida incruenta en Cataluña cuando se debatió su prohibición, y es por eso que todos los países del mundo que tenían corridas y se plantearon el tema del sufrimiento del toro, acabaron prohibiéndolas directamente, en lugar de reformarlas para reducir su “crueldad”.
Respuesta: Las corridas incruentas no existen. En todas las corridas de toros de todo tipo, tanto las que se mata al toro como las que no, tanto las que se usan banderillas como las que no, el toro sufre innecesariamente, y por tanto son indudablemente crueles.
■Pregunta: ¿Pero cómo va a sufrir el toro si se las llaman “incruentas”?
Respuesta: ¿este es un término que usa la industria taurina para intentar librarse la etiqueta de crueldad, no lo usamos nosotros los animalistas, que después de haber estudiado este tipo de corridas podemos confirmar que siguen siendo crueles porque el toro sigue sufriendo, a veces más que en las corridas al estilo español?
■Pregunta: ¿Así que la opción de la corrida incruenta no es una propuesta del animalismo?
Respuesta: No, es una propuesta de la industria taurina, no necesariamente apoyada por los taurófilos más ortodoxos, pero es su propuesta, ya que, como es una industria de fin de lucro, lo que les interesa es seguir haciendo corridas, incluso si las tiene que cambiar de forma.
■Pregunta: ¿Pero cómo dicen que el toro sufre más? Si no matan al toro, va a sufrir menos, ¿no?
Respuesta: Sufre más porque lo matan de todas maneras, pero en lugar de matarlo delante del público, lo matan a puerta cerrada, a veces dos o tres días después, tiempo durante el cual el sufrimiento del toro se acumula.
■Pregunta: Pero si se pudiera garantizar que el toro sobrevive, entonces sí, ¿no?
Respuesta: No, entonces tampoco, porque se le tortura al toro, y la tortura, incluso si la victima sobrevive, sigue siendo tortura. Además, como los toros toreados no se pueden torear otra vez porque aprenden el “engaño” del torero y por tanto son más peligrosos, el ganadero no lo quiere de vuelta y por tanto, a no ser que sea rescatado, va a acabar siendo sacrificado a la edad de 3, 4 o 5 años, cuando si se le hubiera dejado libre y en paz en la dehesa podría haber vivido 20 años.
■Pregunta: ¿Pero cómo se le tortura al toro?
Respuesta: Desde que lo secuestran de la dehesa donde estaba viviendo en paz con su rebaño, el toro pasa un calvario largo donde se le somete a todo tipo de agresión y abuso, causándole sufrimiento psicológico y físico. Psicológico en la forma de incomodidad, miedo, angustia, y estrés; y físico en la forma de agotamiento, heridas y, como ya he argumentado, muerte “a puerta cerrada”. Las corridas incruentas incumplen las cinco libertades de bienestar animal que son la base de las legislaciones de protección animal de todo el mundo, lo que explica porque también están prohibidas en la mayoría de los países modernos del mundo.
■Pregunta: ¿Pero a mí me han dicho que en los EEUU usan velcro en las banderillas así que no hay heridas, no?
Respuestas: Sí usan velcro pero debajo del velcro hay una banderilla afilada que si se calva al lomo del toro, y una tela pegada a su lomo absorbe la sangre para que el público no la vea. Esto se descubrió en el 2009 donde una investigación reveló el fraude de las corridas norteamericanas. Incluso se hicieron arrestos ya que se descubrió que todo era un engaño.
■Pregunta: ¿Pero entonces ustedes no aceptan ningún tipo de corridas?
Respuesta: Exactamente, nosotros, el movimiento de protección animal del mundo, tomamos una posición abolicionista en el caso de la tauromaquia porque no se considera que haya ningún tipo de corrida que no cause sufrimiento a los toros, vacas o caballos. Es por eso que no se aceptó la opción de la corrida incruenta en Cataluña cuando se debatió su prohibición, y es por eso que todos los países del mundo que tenían corridas y se plantearon el tema del sufrimiento del toro, acabaron prohibiéndolas directamente, en lugar de reformarlas para reducir su “crueldad”.
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