NI UN TORERO VIVO

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lunes, 16 de agosto de 2010

¿Qué se supone que tenga que hacer aquí?

Me envía Alessandro Zara, Relaciones Públicas de la Fundación Equanimal, un correo desgarrador, que supongo que no le importara que reproduzca íntegramente aquí. Desde aquí, un saludo, Alessandro:


Desde hace algunos meses vive con nosotros un hermoso perro de poco
más de un año de edad. Abandonado en el campo y convertido en un
esqueleto, fue recogido por una amiga que me lo entregó. Con los
cuidados normales y el debido cariño está ya completamente repuesto y
sus músculos laten suavemente debajo de su brillante manto negro.
Cuando lo llevo a un descampado, da una vuelta corriendo y luego
—quizás recordando los tiempos de mendicidad— se detiene y me observa
con la inocencia que sólo los animales son capaces de expresar. En su
mirada se lee inequívocamente la pregunta: "¿Qué se supone que tenga
que hacer aquí?". Probablemente la expresión de sus ojos plantea la
misma duda que le sobrevino cuando fue abandonado. Seguramente
entiende en mi gesto la sencilla respuesta: "Jugar".
Esta tarde fui a una becerrada en el cultísimo pueblo de El Escorial.
El primer becerro, de poco más de un año de edad, dio una vuelta
corriendo por la plaza y luego —quizás recordando a su mayoral, en el
que confió a lo largo de su breve existencia— se detuvo y observó al
torero, con la inocencia que solo los animales son capaces de
expresar, y en su mirada se leyó inequívocamente la pregunta: "¿Qué se
supone que tenga que hacer aquí?". Seguramente no entendió la
sencilla respuesta: "Morir".
No pude evitar ver la similitud del latir de sus músculos adolescentes
debajo de su brillante manto negro, con los músculos y el brillante
manto negro del perro que había paseado conmigo unas horas antes.
Después de unos interminables veinte minutos, lo que había sido un
becerro lleno de vida y ganas de vivir, se había convertido en un
amasijo ensangrentado aun latente.
No me esperaba una tercera mirada esa tarde pero, mientras la plaza
ovacionaba al valiente matador, alguien le acercó una hermosa niña de
unos seis años, bellísima, ataviada con su traje tradicional y su
hermosa y brillante cabellera rubia.
El matador sonriente y eufórico se arrodilló junto a la cabeza del
becerro, cuyos músculos impotentes
aun latían suavemente debajo de su brillante manto negro. Le cortó las
orejas como si estuviera recogiendo flores y se las entregó a la
sonriente niña, instándola a que se las mostrara al público con
orgullo. La niña, con la inocencia que solo los niños y los animales
son capaces de expresar, sostuvo las pequeñas orejas en sus manos y
las miró, luego miró al torero, luego al público, y en su mirada se
leyó inequívocamente la pregunta: "¿Qué se supone que tenga que hacer
aquí?". Seguramente no consiguió respuesta alguna. Obedeció y levantó
las manos ofreciendo al público las orejas, sonriendo sin entender en
absoluto lo que estaba ocurriendo…
Siguió la tortura y el sacrificio de un segundo becerro que mugió
desgarradoramente por el dolor de las heridas, por la desesperación y
la impotencia. Y de un tercero. Una vez que el tercer becerro también
había sido ejecutado, la niña volvió a ser llevada cerca del cadáver.
No hubo manera de que volviera a recibir la orejas que le ofrecían. Su
expresión ya no era de inocencia sino de terror y angustia, y miraba
fijamente sin ver los músculos que aún latían bajo el brillante manto
negro del becerro.
La misma mirada, la misma pregunta, la misma angustia al no recibir
respuesta, en cachorros de diferente especie.

Alessandro Zara

Nota del autor:
Lamentablemente cualquier parecido con hechos reales no es en absoluto casual.
Dedicado a los compañeros de Equanimal, de Igualdad Animal y del Pacma
(Teresa, Patricia, Ian, Jonas) que han hecho de tripas corazón
asistiendo a estos terribles espectáculos para conseguir testimonios
gráficos de la barbarie.

--
Alessandro Zara
Relaciones Públicas Fundación Equanimal

Constituida legalmente la plataforma 'La Tortura no es Cultura'

Tomado de rioja2.com:

Ya ha sido constituída legalmente la Plataforma Antitaurina 'La Tortura no es Cultura' que agrupa al PACMA (Partido Antitaurino Contra el Maltrato Animal) y 17 asociaciones antitaurinas, entre animalistas y ecologistas: ADDA, ALBA, ANAA, ANDA, ANIMANATURALIS, AVAT, CAS INTERNACIONAL, ECOLOGISTAS EN ACCIÓN, FAA, FAADA, FAPAM, FUNDACIÓN ALTARRIBA, JUSTICIA ANIMAL, LIBERA!, PROA, CEPA Y FEBA. La previsión es que el número de asociaciones componentes aumente en las próximas semanas.

Los principales objetivos de la Plataforma son:

- La eliminación de la excepción del toro en la Ley de Protección Animal en todo el territorio nacional, pues "ningún miembro del reino animal debe ser excluido del derecho a no ser maltratado y mucho menos ser sometido a que su maltrato y/o muerte estén presentes en un espectáculo público". En este sentido, la plataforma desea ser la voz del que no puede hablar, pero es obligado a morir en la plaza, el toro.

- Representar al cerca del 70% de los españoles no-taurinos, que según el último estudio de IG Investiga no tienen ningún interés en los toros y que no desea seguir subvencionando esta actividad con sus impuestos. "Para esta mayoría de la población no es aceptable oir que el que no quiera ver estos espectáculos que no vaya a verlos, es una cuestión de que aunque no vayas los toros, estos siguen siendo torturados y matados sin justificación alguna. Y con el dinero de todos y todas", recalca Marta Esteban, presidenta y portavoz de la Plataforma

- Informar a la ciudadanía y a las familias de las consecuencias éticas, socioeconómicas y psicológicas de la tauromaquia que les afectan directamente, "frente a la tergiversación de datos y negación de la realidad democrática que los portavoces taurinos y sus apoyos políticos están transmitiendo a la sociedad".

- Diversificar el eje del movimiento antitaurino, centrándolo en Madrid, "demostrando que el argumento de vinculación nacionalista no tiene sentido. Dejar claro que esta no es una cuestión identitaria, sino una cuestión de ética. No es un debate sobre si está bien prohibir o no prohibir sino de como queremos que nuestra sociedad trate a los animales, a otros seres vivos".

“Nuestro objetivo prioritario es la eliminación de la excepción del toro en la Ley de Protección Animal en todo el territorio nacional. Todos los animales sufren por igual, e igual que el ser humano. Es una excepción incoherente y nada ética” - afirma Mireya Barbeito, portavoz de la Plataforma y presidenta de PACMA.

“La plataforma se constituye para representar a esa mayoría de la población española que no quiere la tauromaquia. A raíz de la manifestación antitaurina del pasado 28 de marzo en Madrid, donde todas las asociaciones animalistas y ecologistas nos unimos bajo el lema La Tortura no es Cultura, y a la que asistieron más de 15.000 personas, fue cuando tuvimos claro que esa parte de la ciudadanía nos necesita y de la fuerza que todos juntos tenemos” - declara Barbeito - “La pretensión de declarar a la tauromaquia Bien de Interés Cultural en la Comunidad de Madrid y en otras comunidades no es más que otra forma de obtener más subvenciones para esta actividad y fue el detonante para hacer de esta unión una más clara realidad.”

“Queremos informar a la población española sobre los 600 millones de euros que el Estado español destina anualmente al fomento y protección de la industria taurina, según distintas estimaciones; cantidad que se vería incrementada aún más si los asuntos taurinos se derivasen al Ministerio de Cultura o si la “fiesta” se declarase Bien de Interés Cultural a nivel nacional o comunitario” - continúa Marta Esteban, portavoz y presidenta de la plataforma .

En un momento de crisis y de recortes sociales, este enorme desembolso público, unido a la actual campaña de apoyo a la tauromaquia realizada desde ciertos estamentos públicos también con fondos públicos, supone un abuso en relación al 67% de la población que, según la última encuesta de IG Investiga, no muestra ningún interés por esta cruel actividad. Exigimos que el lobby taurino y sus apoyos políticos, dejen de manipular la realidad democrática y unos datos inequívocos que no expresan otra cosa que la verdadera opinión popular”.

La tauromaquia es un negocio que depende, en más de un 90%, de las subvenciones de los bolsillos de los españoles de a pie y sin las cuales no sobreviviría; un negocio en coma, ya que solo un 9’7% de la población española está altamente interesada en ella, y sin embargo, sólo sirve para que se enriquezcan las estrellas del toreo, los grandes empresarios taurinos y grandes patrimonios privados, propietarios de las ganaderías de lidia” - finaliza Esteban.
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