NI UN TORERO VIVO

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jueves, 11 de noviembre de 2010

lunes, 8 de noviembre de 2010

Un bebé koala lucha por salvar su vida tras recibir 15 balazos


Un bebé koala fue hallado vivo acribillado a balazos bajo un árbol en la Sunshine Coast, en Australia, junto a su madre muerta. El animal, al que en el zoo de Australia en el que le están cuidando han llamado Frodo, tiene, a consecuencia de los balazos que recibió, una fractura en el cráneo y restos de casquillos por todo su cuerpo.


Radiografía del koala con los restos de bala de su cuerpo


Los veterinarios, que se han declarado horrorizados con ese tipo de crueldad a los animales, están haciendo todo lo posible por salvar al pequeño koala. De momento han conseguido extraerle los restos de tres balas, aunque aún quedan 12. Además, el animal recibe antibióticos por vena para aliviar su dolor y transfusiones de sangre. Si no hay más complicaciones, el koala podrá sobrevivir a pesar de que ahora se encuentra en estado crítico.

El koala es una especie protegida desde los años 30, momento en que empezó a reducirse su número debido al comercio de su piel. Por ello, se está incluso ofreciendo una recompensa para la persona que encuentre al culpable, que podría enfrentarse a una multa de 225.000 dólares (161.510 euros) o dos años de cárcel.


El sueño (¿o pesadilla?) de un cachorro

viernes, 5 de noviembre de 2010

"Vivan los toros". Exposición de carteles antitaurinos.

El centro cultural valenciano La Nau presenta, del 4 de noviembre al 23 de enero la exposición 'Vivan los toros. Carteles para la reflexión', en el que participan algunos de los mejores diseñadores e ilustradores españoles .

Aquí, podéis ver muchos más.












Lo cierto es que están todos muy bien, pero hay uno, obra de Raquel Aparicio, que me ha gustado especialmente, que encaja perfectamente con el título del blog y que, con su permiso, en adelante va a servir como cabecera a este blog.
Es este:

Gracias, Raquel.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Matar a lo que amas

Me hacen llegar un interesane post, que reproduzco íntegramente, del blog Pensando demasiado:

Se titula "Matar a lo que amas"

Respecto a las manifestaciones de Kepa Tamames sobre la posibilidad de equiparar el terrorismo y con el maltrato animal a base de que las víctimas de ambos crímenes no lo eran voluntariamente andaba yo pensando que un policía, o un guardia civil o un político, en definitiva, una persona que forma parte de las "fuerzas de orden público" o de los "poderes fácticos" lo es por elección y su profesión conlleva un riesgo del que es consciente. Sin atenuar ni un ápice la gravedad e injutificabilidad de los actos terroristas querría añadir que éstos son crueles pero no menos que los maltratos infringidos a los animales no humanos.
Un toro de lidia o de los que soportan los encierros y otros festivales de la crueldad y del sadismo popular no elige participar en los festejos ni ser toro. Sin duda tus manifestaciones ofrecen un buen titular y permite ser el punto de apoyo para elevar la reflexión a quien quiera usar la neurona.
Ando dándole vueltas a lo de los encuentros populares con toros que me parecen sólo justificables en términos de morbo. En su doble acepción incluyendo la patológica. En algunos casos las víctimas son “astados”, y también pringados con traje ajustado. Los primeros, víctimas de la espada, las banderillas, etc. etc. y los segundos de su ceguera moral a veces y de la legítima defensa del toro otras. Eso del pobre que sólo cuenta con su vida y que para salir de la miseria se la juega para que el señorito desde la barrera vea en el toro el verdugo del "pringao" iluminado es muy fuerte. Las sagas de asesinos suicidas rompen con la tradición del muerto de hambre pero mantiene intacta la pobreza moral. Llaman valentía y arrojo a lo que es un lento desgraciado y repugnante acto de violencia que jamás debería identificarse con arte.
Escuchas las declaraciones de los "niños bonitos" protagonistas de chismes y de campañas promocionales y las nauseas están servidas. En términos platónicos es imposible asociar la belleza a algo moralmente corrupto. No puede ser edificante, ni bello, ni modélico, ni admirable nadie que tenga las manos manchadas de sangre que niegue los sentimientos de un animal y que perversamente se enriquezca adornando un acto execrable sobre la arena del albero. Tal torero imagen de una marca de relojes sólo puede reclamar que se boicotee a la empresa por promocionar el maltrato. ¿Sería oportuno anunciar una prenda de ropa ligando su imagen al sacrifico de las viudas en la India o a la ablación genital femenina en algunos países africanos?
Hay tres palabras que me repugnan al asociarlas al maltrato a los toros: maestro, fiesta y triunfo. El maestro es el que excele y enseña cosas positivas, fiesta es la reunión de amigos en que todos se divierten y triunfo es el que logra un objetivo que supone un progreso también moral. Por eso asesinar lenta y dolorosamente a un animal noble que no elige voluntariamente un ruedo no puede conjugarse con esos tres conceptos.
Tampoco podemos dejar que nos engañen llamando arte y tradición a una empresa deficitaria globalmente pero muy lucrativa para un determinado lobby. Con la supuesta afición a los toros discurre una forma de malentender la vida que implica otras rancias creencias que tienen muy poco de racional y mucho de inercias preconstitucionales.
Luego está el maltrato sin fin que son los encierros y otras manifestaciones burdas de estupidez en la que los animales son la excusa para huir de la propia estulticia. Sustituir un ejercicio feliz por una bomba de adrenalina con un número para el sorteo de un viaje al hospital o al otro mundo es de majaras.
Me viene a la mente el caso emblemático de un toro por el que pagan más de 6.000 euros por encierro por que tiene en su currículum un muerto y varios heridos, creo que se llama Ratón. Su caso es paradigmático de la locura que rodea las kermeses de la sinrazón. El otro día me daban nauseas cuando en el Ebre decían si nos quitan el Toro embolado o els Bous al Carrer nos lo quita todo. Hace unos años nos dejábamos la garganta para que no se hiciera el trasvase del Ebro por que si se les quitaba el Ebro se iban al garete y ahora comparan una cosa con la otra. ¿Qué bajeza moral puede relacionar la diversión con la muerte o el sufrimiento de los animales? Y si hay tanta campaña por prevenir los accidentes, si hay que proteger la vida humana por encima de todo y es tan sagrada ¿por que insisten con la cantidad de muertos y heridos que anualmente se producen en los festejos? Si a los toreros y a sus subalternos los adoran con tanta fruición los taurinos ¿Por qué los exponen a la muerte? ¿Qué quiere ver la gente en la plaza? ¿No será que quieren ver sangre a cualquier precio? Ante la imposibilidad de asistir a otro tipo de matanzas no querrán saciar su ánimo morboso y disimulando disimulando dicen que van a ver morir al toro pero albergan la esperanza de presenciar una buena cogida. Con José Tomás lo tienen casi garantizado si no van a verle morir van a decir que lo vieron antes de que muriese. ¿No es absolutamente injustificable que sin otro fin que un cuestionable placer estético implique sangre sudor y lágrimas cuando existen miles de alternativas incruentas? Coño, si les guata tanto el arte que abarroten el Museo del Prado...
Ayer en la Vanguardia un veterinario taurino Jordi Vendrell Cedó de Tarragona justificaba su rechazo a hablar de maltrato animal por que "entraremos en el mundo particular de la relación personal de cada uno con los animales y aquí no nos pondremos de acuerdo nunca...." (cartas de los lectores pag.18 en edición impresa).
Alucinante, es como decir que no te metes en las cuestión del maltrato de género por que es entrar en el mundo particular de la relación personal de maltratador y víctima. Yo me voy a meter en la relación personal del veterinario y los toros a los que fomenta a ajusticiar de modo inhumano, o es un cínico o es un ignorante y ninguna de las dos cosas deberían darse en su relación profesional ni moral con el mundo.
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