NI UN TORERO VIVO

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viernes, 19 de febrero de 2010

Ojalá todos los sádicos torturadores (véase toreros) hicieran igual

Cuelgo un extracto que contiene lo más interesante de una entrevista realizada a un ex-torturador reconvertido a proanimalista.
Quien quiera leerla completa puede hacerlo aquí.:


He tenido la gran satisfacción de que D. Alvaro Múnera Bailes, antiguo torero y desde hace muchos años defensor activo para acabar con la tortura a los animales, haya respondido a mis preguntas acerca de la tauromaquia. Este hombre que un día fue matador de toros y hoy, desde su cargo como Concejal por la Ciudad de Medellín (Colombia) y como integrante de la Fundación F.A.U.N.A., que engloba a varias Asociaciones contra el Maltrato Animal, lucha sin descanso por acabar con tanta crueldad, constituye un ejemplo no sólo de superación física, - una cogida le dejó en una silla de ruedas -, sino también de compromiso y esfuerzo por erradicar la tortura como una forma de negocio y diversión. Quisiera empezar Sr. Múnera, pidiéndole que nos facilite algunos datos biográficos.

Algunos datos biográficos:
Nací en la Ciudad de Medellín; desde que tenía cuatro años mi papá me llevaba a los toros. No solamente a todas las corridas en Medellín sino también en Manizales. Era la afición de mi padre, eso era lo que se respiraba en mi casa, toros por todos los lados, allá no se hablaba de fútbol ni de otras cosas, solamente de toros. Yo crecí con eso y cuando estaba en Segundo de Bachillerato, a los doce años, decidí que quería ser torero. Inicié mi carrera taurina y cuando tenía 17 años resulté triunfador en la Feria de Medellín, eso me sirvió para que el apoderado de José Cubero “El Yiyo”, Tomás Redondo, me apoderara y me llevara para España. Allí toreé en 22 oportunidades y en la Plaza de Toros de Munera, en Albacete, el 22 de Septiembre de 1984, un toro me cogió por la pierna izquierda y me tiró por los aires. Tuve lesión medular completa, trauma craneoencefálico y un diagnóstico contundente: no podría volver a caminar. A los cuatro meses me llevaron para Estados Unidos donde comenzó mi periodo de rehabilitación, tiempo que aproveché para ingresar en la Universidad y fueron cuatro años que viví en un país no taurino como un absoluto delincuente por lo que le hacía a los toros, me convertí entonces en defensor de animales y desde esa época hasta ahora he trabajado por el derecho que tiene todo ser vivo a no ser torturado y espero no dejar de hacerlo hasta el último día de mi vida.

¿Cuándo y por qué decidió que quería dedicarse al toreo?

La razón que me llevó a convertirme en torero fue herencia familiar; no porque mi papá hubiera sido torero ya que él era arquitecto, sino porque esa era su pasión, su vida. El todavía vive pero ya no es su afición, culturalmente ha cambiado mucho en este sentido pero en aquel momento era su mayor deseo, lo que le hacía vibrar y lo que más le gustaba. Así, a los doce años, fruto de esa herencia y de haberme llevado a todas las corridas de toros desde que tenía cuatro años fue que yo decidí que quería ser torero. No era en mi caso por una situación económica precaria pues mi familia no disponía de recursos limitados, yo tenía la oportunidad de estudiar y de hecho lo estaba haciendo. Terminé mi Bachillerato antes de irme para España en una Universidad muy reconocida aquí en Medellín, la Universidad Pontificia Bolivariana, pero entiendo que la mayoría de los toreros llegan al toreo por situaciones económicas muy precarias y ven en él una oportunidad de resarcir económicamente a su familia y a ellos mismos y de escapar de la miseria. Por eso yo soy más culpable, por haber hecho de algo bárbaro y cruel parte de mi mundo cuando yo sí tuve la oportunidad de estudiar, de capacitarme y es inconcebible que con una formación educativa importante yo hubiera optado por una profesión de tortura y crueldad con los animales .

Durante su vida como torero, ¿nunca reflexionó acerca del sufrimiento que su actividad implicaba para otros seres vivos y de lo innecesario de semejante atrocidad?

Hubo varios momentos críticos en mi carrera taurina donde vi tanta crueldad que quise dejarlo: cuando maté a una vaquilla en estado de preñez y me tocó ver cómo sacaban a su feto del vientre, en esos momentos quise abandonarlo porque había matado a dos y la escena era tan dantesca y tan impresionante que dije “no más”, me puse a llorar y vomité, pero me dieron la palmadita en la espalda y mi apoderado me dijo “tranquilo, tú vas a ser una figura del toreo, estos son gajes del oficio”, así que desaproveché esa primera oportunidad continuando mi carrera taurina, lo que hoy en día me resulta inconcebible y de lo que me avergüenzo, pero en ese momento yo tenía 14 años y no tomé conciencia suficiente para dejarlo. Luego, cuando a puerta cerrada maté a un toro al que le pegué cinco o seis espadazos y el animal, con parte de sus órganos internos también afuera, luchando por su vida, aferrándose a ella con las pocas fuerzas que le quedaban también me impresionó mucho y me indicó el retiro, sin embargo ya tenía preparado mi viaje a España y crucé el Atlántico, donde vino la tercera, contundente, ya Dios dijo “si es que no quiere comprender por la razón va a hacerlo ahora por otro método” y ahí si aprendí muy bien la lección, fue una experiencia muy bonita porque como ser humano significó superar mi situación clínica y encima trabajar por reparar todos mis crímenes, ha sido una gran experiencia para mí.

Una terrible cogida le apartó de los ruedos pero, ¿qué fue lo que le impulsó a convertirse de forma activa en defensor de los animales?

Hay que pensar que mi carrera taurina fue entre los doce y los dieciocho años, que es cuando fue la cogida. De allí me trasladaron a Estados Unidos y fue realmente en este País en donde yo cambié mi forma de pensar. Primero tuve contacto con gente en el Hospital y luego, fuera, cuando ya me enfrenté a una Sociedad antitaurina totalmente, en la que no conciben que existan pueblos donde se estén torturando y matando animales. Ese rechazo y ese repudio me lo hacían sentir en donde yo me movía: en el Hospital, la Universidad, en mi círculo de amigos. Al principio trataba de defender el toreo con los mismos argumentos que esgrimen los taurinos, pero la fuerza y la contundencia de las razones en contra de la tortura son de tal magnitud que haciendo una cosa sensata acepté que el equivocado era yo, que la razón le asistía a un 99% de la humanidad que está en contra de los espectáculos crueles con los animales y entendí que Dios me estaba dando ahora una oportunidad para aceptar que yo era el equivocado y para reparar mis crímenes.

Lo que me hizo estar en contra de las corridas de toros y defender a los animales no fue la cogida en sí, tal vez si hubiera seguido en España yo hubiera continuado siendo taurino; fue el haber vivido todo mi periodo de rehabilitación en un país en el que no conciben que la gente se divierta torturando animales, que nos ven como pueblos atrasados, que yo realmente tomé conciencia de que lo que yo hacía era una absoluta barbaridad.

¿Qué le parecen los argumentos empleados una y otra vez por los defensores de las corridas, tales como: que el toro nació para eso, que genera empleo, que es una tradición, que no sufre, que es una lucha de igual a igual, que vive muy bien hasta que es toreado, etc.?.

Los argumentos que esgrimen los taurinos para defender las corridas de toros, más que argumentos son disculpas. Primero también hay que saber una cosa, hay varios correos electrónicos que circulan en la Red que dicen que a los toros antes de las corridas les untan algunas sustancias en los ojos, les pegan en los riñones, les introducen cosas por el recto y por lo menos en lo que yo tuve oportunidad de ver nunca me tocó contemplar algo semejante. Al toro le afeitan la punta del cuerno, es algo ilegal pero lo hacen en casi todas las plazas, pero yo diría que ahí no hay tortura porque al toro eso no le llega como dolor. Creo que la tortura del animal en si, aunque también existe con el transporte, empieza cuando al toro le clavan la marca de la ganadería y luego viene la pica, las banderillas, la estocada, y en el rejoneo los rejones de castigo.

Los taurinos dicen que el toro nació para eso y que si no existieran las corridas desaparecería una especie. Primero decir no es cierto que el toro haya nacido para eso, nadie nació para ser torturado; el toro de lidia tampoco es una especie, es una raza creada por el hombre, diseñada y manipulada por él para llegar a lo que es hoy en día el toro de lidia en base a muchos cruces y no es una especie, que sería el bovino, así el toro de lidia no deja de ser una raza más de esta especie. Entonces, criar a los animales para ser torturados eso es algo que éticamente jamás podremos aceptar. La Sociedad civilizada nunca puede aceptar que se críe a un animal, que es un ser vivo, con sistema nervioso central similar al nuestro, para ser torturado y que encima la gente se divierta con su suplicio; eso se cae por su propio peso y como le he dicho, nunca la tauromaquia tendrá argumentos para ser defendida, de pronto disculpas pero nunca argumentos. ¿Qué más pueden decir ellos?, que generan muchos empleos, que si el turismo, que mucha gente vive de ello. Si ese argumento fuera sostenible también podríamos decir que por qué motivo vamos a suprimir el terrorismo, el narcotráfico, el secuestro, la extorsión, la misma guerra que también genera muchos ingresos y hay mucha gente que vive de ella; entonces nunca algo cruel, bárbaro, sangriento puede valer de argumento para que la gente obtenga de ahí su modus vivendi.

Defender una tradición cruel, donde la víctima primero es inocente y donde es salvajemente torturada y masacrada, como tradición éticamente es inconcebible. Si así fuera deberíamos haber defendido en su momento como tradición los sacrificios humanos de los Pueblos Mayas o los Aztecas. La manera es ir superando tradiciones bárbaras que hoy en día se ven como negras páginas de la Historia; yo estoy seguro que muy pronto la tauromaquia será vista como una negra página de la Historia de la Humanidad. En algunos Países, en un futuro muy cercano la gente se preguntará: ¿cómo es posible que nosotros permitimos divertirse torturando y matando animales?

El toro no sufre. Esto es una falacia absoluta y total; aparte de cómo se rebrinca cuando le clavan las banderillas y los rejones de castigo o la pica, para entender que el toro sufre como nosotros - y de hecho la biología y la fisiología lo ha mostrado claramente -, basta saber que el toro tiene un sistema nervioso central que responde a los estímulos del dolor de la misma forma que el nuestro y decir que el toro no sufre, más que una disculpa que ellos inventan es un acto de atrevimiento tal y de ignorancia que raya en lo absurdo y en la estupidez.

No es cierto que sea una lucha de igual a igual, si así fuera el promedio de toreros muertos debería ser igual al promedio de toros muertos; el torero cuenta con la destreza física, con el uso de la razón, tiene los argumentos mentales para engañar al toro, se le pica para disminuirlo físicamente, el toro simplemente se defiende ante quienes le agreden pero no tiene esa capacidad que es la razón para distinguir claramente qué es el engaño y quién es el que le engaña y por eso los toreros muertos son muy pocos, es un índice insignificante al lado de los toros que se matan cada día en las corridas.

El animal vive muy bien hasta que llega a la Plaza: ya tendríamos que meternos en comparativas con los demás animales utilizados en la industria alimenticia y yo reconozco que hay mucha tortura o más tortura y crueldad en la crianza de animales de abasto que en la del toro bravo; sin embargo, criar un animal para que su destino final sea la crueldad, la tortura y la muerte, para que la gente pague para ir a ver esto y disfrute con ello y que sea motivo de algarabía y de gozo, me parece que es la práctica más aberrante, inhumana y salvaje que puede tener una Sociedad. Jamás podrá ser un argumento que al toro se le cuida muy bien para luego llegar a torturarlo, esto sería algo similar a lo que decía antes, los Aztecas y los Mayas que escogían a las doncellas más bellas para luego sacrificarlas. No, nunca podrá ser este un argumento válido


¿Qué método cree que es el más efectivo para poner fin a las corridas de toros?

Hay un error grande en las formas que muchas veces los movimientos antitaurinos utilizan para tratar de imponer su idea. No me parece que esté bien que la gente vaya afuera de las Plazas de Toros para insultar o agredir, a decirle a los taurinos Vds. son bárbaros, Vds. son asesinos, me parece que la confrontación a base de insultos derrumba los argumentos que de por si están de nuestro lado, cualquier persona sensata lo entiende. El debate tiene que ser desde el punto de vista desde la Academia, desde las ideas, desde los medios de comunicación, con campañas educativas en los colegios, ir afuera de la Plaza a insultar y agredir me parece de alguna manera colocarnos al mismo nivel que ellos y yo no soy amigo de ese tipo de expresiones. Sí de manifestaciones pacíficas, caminatas, con pancartas, pero no en las Plazas de Toros, en los parques, afuera de los colegios, de los medios de comunicación, en el exterior de las iglesias, para que la Iglesia Católica se replantee cómo es que patrocina semejante barbarie bajo el manto de sus iconos de santidad; entonces me parece que el debate hay que darlo en estos escenarios y que son mucho más productivos. Para mí el mejor método es mostrar a través de videos lo que le pasa al toro en la Plaza y llevar esto a través de conferencias a los colegios, comunidades, grupos sociales, juveniles, con proyección de estos videos en plazas públicas, antes de las películas en los teatros, donde la gente vea esa realidad que tapan en los noticieros, que no muestran el detalle de una pica de cerca, como el toro muere ahogado en su propia sangre; eso por muy cruel que sea hay que hacerlo. Desafortunadamente, si no es mostrando esta realidad la gente no toma conciencia. Yo diría que una mezcla de mostrar esa realidad con los programas educativos en todas las instancias, es el secreto para que desaparezcan todos los espectáculos crueles con los animales



¿Qué le diría a toda esa gente que a pesar de no gustarle la tauromaquia y estando en contra de causar sufrimiento a los animales, no hace absolutamente nada por contribuir a poner fin a esta realidad?

Esa labor nos compete a las personas sensibles al maltrato animal. Hay que hacer que la gente tome conciencia de que a pesar de que no les gusten la tauromaquia ni hayan acudido a ninguna corrida de toros, en su Ciudad, donde hay toros, eso está pasando; que a sus espaldas están torturando y masacrando animales para que la gente se divierta y tratándolo como si fuera de interés económico o que eso le da empleo a muchas personas. Es importante que la gente se sensibilice con el dolor ajeno y aunque no participen del espectáculo entiendan que tienen que contribuir para su abolición, porque yo no puedo tener el comportamiento del avestruz cuando hay tanta crueldad que sucede a mis espaldas y esa labor le compete a los movimientos antitaurinos y los de defensa de los animales para sensibilizar al resto de la Sociedad sobre nuestra causa.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Publico promesa

ORACIÓN A SAN JUDAS TADEO

¡Santo apóstol San Judas Tadeo, fiel siervo y amigo de Jesús!

La iglesia te honra e invoca universalmente, como el patrón de los casos difíciles y desesperados. Ruega por mí, estoy solo y sin ayuda.
Te imploro hagas uso del privilegio especial que se te ha concedido, de socorrer pronto y visiblemente cuando casi se ha perdido toda esperanza. Ven en mi ayuda en esta gran necesidad para que pueda recibir consuelo y socorro del cielo en todas mis necesidades, tribulaciones y sufrimientos, particularmente (HACER AQUI LA PETICIÓN), y para que pueda alabar a Dios contigo y con todos los elegidos por siempre.
Te doy las gracias glorioso San Judas Tadeo, y prometo nunca olvidarme de este gran favor, honrarte siempre como mi patrono especial y poderoso y con agradecimiento hacer todo lo que pueda para fomentar tu devoción. Amén

Se rezan 9 Avemarías y 1 Padre Nuestro por 9 días seguidos y al noveno día publicar.

Henry Stephen dijo...

Bueno, Álvaro fue uno de los pocos que vio la luz. La pena es que muchos de los adeptos a esa iglesia del horterismo y el horror están abducidos y persuadidos de que ellos están hechos de una pasta especial y que quienes les persiguen son fascistas e inquisidores. Qué tela.

laura dijo...

Es esperanzador conocer casos como éste, alguien que cambia radicalmente su ética hacia los animales por presión sociocultural.
Un afectuoso saludo!

3po dijo...

Interesante entrevista de un arrepentido. Algunas de las cosas que describe no puedo ni imaginarlas, afortunadamente. Llegará el día que la vergüenza ahogue al toreo.

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