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sábado, 24 de enero de 2009

Análisis sobre la grave situación de los animales en el mundo

Copipasteo integramente, ya que así lo merece, el texto del blog "Ética animal y ambiental":

Las estadísticas cifran en doscientos mil los perros que son abandonados cada año en España. Además, muchos canes pasan su vida atados a una cadena y sin ningún tipo de protección ante las inclemencias del clima. Como si no fuera poco sobrevivir al frío, los infortunios e incluso el hambre, estos animales están impedidos para buscar zonas de refugio menos frías y su propia fuente de alimento. La correa les impide cubrir sus necesidades más básicas e incluso les aísla, impidiendo que estos animales convivan con otros individuos de su especie, tal y como les corresponde por naturaleza. En definitiva, estos animales quedan atrapados en la soledad, el frío y el hambre y con ello, quedan alienados puesto que no se les permite hacer lo que por naturaleza les corresponde. El sujeto deja de ser sujeto de su propia vida. Es incomprensible que las protectoras de todo el mundo estén desbordadas mientras existen lucrativos criaderos que se dedican a producir incesantemente más cachorros y más miseria en este planeta.

La matanza sistemática de animales (terneros, vacas, corderos, ovejas, caballos, cabras, cerdos, gallinas, patos, conejos, ballenas, atunes, etc.) no debería estar por encima del derecho de un animal a llevar una vida en libertad, acorde con sus necesidades, y a continuar con su vida. Y no es que a cada animal (cerdo o no) le llegue su San Martín, sino que es el humano el que no le deja ser, el que ha manipulado su existencia de tal manera que desde que nace hasta que muere no tiene ningún control sobre su vida. Ni qué decir sobre su muerte... Es significativo que ninguna de las denominadas “grandes religiones” se tome en serio el “no matarás” y comprenda que la violencia comienza en la mesa. Mientras lee este texto, algún lector está pensando... sólo son animales. Pero algún otro pensará.... el humano es el único animal que piensa que no lo es... Y es que todos somos animales, tenemos ojos, corazón, mente, carne, sangre, etc. y compartimos intereses esenciales.

La violencia contra los animales está omnipresente en nuestras vidas. Vivimos rodeados de personas que dedican sus domingos a disparar a pajarillos, liebres, conejos, jabalíes, corzos, etc., animales inocentes que se esfuerzan por sobrevivir en espacios cada vez más reducidos y controlados. Siendo la especie animal que más desequilibrios está causando en el planeta __en gran parte por un crecimiento de la población humana desmesurado__ consideramos inalienable nuestro derecho a matar animales de otras especies bajo la excusa de un aumento del número de sus individuos. En estos casos, el derecho fundamental a la integridad física, debería prevalecer sobre los argumentos de deportes, tradiciones, artes y costumbres. Y es que hablamos de intereses objetivos que todos los seres sintientes tenemos y que deberían ser protegidos por derecho. El ser humano crea la mayor parte de los desequilibrios __en la naturaleza, también respecto a su salud y las enfermedades derivadas de sus propios hábitos y costumbres__ y luego los soluciona torturando y matando a seres que no tienen ninguna culpa de ello. No parece justo, ¿verdad?

Utilizamos también animales en experimentación, sin embargo, no existe consenso en la comunidad científica sobre la eficacia de este uso. En cualquier caso, incluso si fuese eficaz, no estaría justificado desde un punto de vista ético, puesto que supone ignorar que otras especies animales, además de la nuestra, tienen también intereses básicos como el derecho a una vida en libertad. Para más información recomiendo la fundación Hadwen Trust y las organizaciones Doctors and Lawyers for Responsible Medicine y Medical Research Modernization Committee.

Los zoológicos, circos y acuarios no dejan de ser prisiones para los animales. Muchos de estos animales desarrollan comportamientos neuróticos como moverse de derecha a izquierda con los ojos cerrados y la cabeza agachada, en una jaula poco más grande que sus propios cuerpos. Este tipo de instalaciones no están hechas para ayudar a los animales, sino para que los humanos podamos contemplarlos. Privar a los animales de libertad y de una vida para que otros puedan disfrutar de su estética no parece justificable desde un punto de vista ético. Lo mismo ocurre en otros ámbitos como los rodeos, la tauromaquia, etc. Dejemos que el respeto a los animales prime sobre los argumentos de tradición, arte y "mantenimiento de especie". El ser humano tiene interés en llevar un vida en libertad y a continuar con su vida; el resto de animales también. La característica de pertenencia a otra especie animal es irrelevante para el interés o necesidad del animal en continuar con su vida en libertad.

En un mundo de opciones y alternativas, es posible, deseable y saludable satisfacer la necesidad básica de alimentarse y vestirse con alimentos y tejidos que no supongan el uso ni la muerte de animales. Como seres omnívoros que somos podemos obtener los nutrientes de otras fuentes y las estadísticas demuestran que en términos generales una alimentación variada y equilibrada, sin ingredientes de origen animal, es saludable e incluso ayuda a combatir cierto tipo de enfermedades. De acuerdo con los estudios realizados al respecto, la esperanza media de vida para los que no incluyen alimentos animales en su dieta es superior a la del resto. Para mayor información sobre este tema recomiendo la información de la Asociación Dietética Americana y la del Comité de Médicos por una Medicina Responsable.

En definitiva, les animo a que abran su corazón a los animales. Si usted respeta a un perro o un gato, ¿por qué cree que otros animales no tienen derecho al mismo tipo de respeto? El sufrimiento sistemático que causamos a decenas de miles de millones de animales cada año en granjas, mataderos; su angustia, su estrés, sus gritos, etc. no pueden quedar en un simple silencio. El tema merece un debate en profundidad, merece figurar en la prensa por encima de los deportes, el ocio, los horóscopos o la programación televisiva. Y es que definitivamente necesitamos cantidades ingentes de humildad, honestidad, lealtad e imparcialidad.

A mi juicio, no somos superiores a otras especies animales. Los hemos esclavizado sistemáticamente y condenado a una muerte en vida y eso no demuestra ninguna superioridad, al menos ninguna superioridad moral.

Maria Luisa Arenzana

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