La cita es a las nueve de la noche en la Taberna de Correos, en la calle San Agustín. Desde hace casi dos años -la de junio será la vigésima edición- la Asociación Cultura Permanente convoca una 'Kedada veggie' el día 10 de cada mes. En el menú, delicias que prescinden de la carne entre sus ingredientes como tortilla de patatas con boletus, tempura de queso de cabra con membrillo, alcachofas rebozadas o revuelto de ajetes con queso 'brie'.
A la última cita, la de mayo, que caía en martes, acudieron casi medio centenar de personas, muchos de ellos novatos. Porque en cada cita se suma gente nueva y la mayoría repite. Pero al principio, según explica Íñigo Crespo, de Cultura Permanente, eran muchos menos. «Después de vivir un tiempo fuera, volví a La Rioja siendo vegetariano y me dije: ahora ¿dónde voy?
Queríamos seguir viniendo a la calle Laurel y fue cuestión de indagar un poco e ir buscando sitios que nos ofrecieran tapas vegetarianas o veganas», recuerda.
El siguiente paso, tras crearse la asociación en 2009, fue crear un punto de encuentro para vegetarianos o no vegetarianos con la intención de dar a conocer esa lista de establecimientos en la que un vegetariano puede irse de pinchos sin problema. Así surgieron estas citas que «gracias al boca a boca y las redes sociales han crecido muchísimo y es que al final es una forma de hacer algo divertido y conocer a mucha gente diferente», explica Crespo.
Para acudir no es necesario ser vegetariano o vegano, «de hecho de todos los que venimos normalmente hay un tercio que lo son y el resto no lo son», dice Íñigo. «Aquí todo el mundo es bienvenido».
Y así lo interpretan muchos de los que participan sin ser vegetarianos. Para Diego Sáez, que comenzó a acudir a estas citas «por experimentar», es «una oportunidad de conocer gente y venir a la Laurel de forma distinta, además en estas quedadas siempre hay muy buen ambiente», explica. Otra de las participantes, novata en estas cita gastronómicas, asegura «voy a repetir, está todo muy bueno». El amigo que le convenció es ya asiduo, «desde hace ocho meses no me pierdo ninguna de las quedadas vegetarianas, y eso que yo no lo soy». También él comenzó a acudir por un amigo.
Parece que el boca a boca funciona, también entre los hosteleros. Para los que todavía no tenían bocados vegetarianos estas rutas han sido una llamada de atención sobre un cliente potencial. Según Carlos Martínez, de la Taberna de Correos, «el hostelero tiene que saber adaptarse a todo». En su carta se encuentran una gran variedad de pinchos vegetarianos y también vinos ecológicos. Uno de los fieles a estas quedadas, Samuel Giró, explica que «en un grupo de diez personas, si hay uno que es vegetariano, al final el resto le sigue, y va allí donde su amigo vegetariano puede comer, arrastramos a mucha gente, y eso en muchos establecimientos lo han sabido ver».
Y no solo con la comida, también con la bebida. Según Crespo, «cuando empezamos solo había dos bares que ofreciesen vino ecológico, pero ahora son ya muchos más». Entre los veteranos en ofrecer esos caldos está Vinissimo. Su responsable, Marisa García, explica que «los pinchos vegetarianos y los vinos ecológicos no sólo se consumen en estas quedadas, cada vez hay más gente que te los pide un día cualquiera». Y es que, según explica Íñigo, la calidad de los vinos ecológicos ha mejorado mucho y eso potencia su venta.
Además de mantener las quedadas mensuales, entre los proyectos para el futuro está la difusión del listado de pinchos que tienen elaborado, con distinción entre veganos y vegetarianos, que de momento se reparte entre los asistentes.
El siguiente paso, tras crearse la asociación en 2009, fue crear un punto de encuentro para vegetarianos o no vegetarianos con la intención de dar a conocer esa lista de establecimientos en la que un vegetariano puede irse de pinchos sin problema. Así surgieron estas citas que «gracias al boca a boca y las redes sociales han crecido muchísimo y es que al final es una forma de hacer algo divertido y conocer a mucha gente diferente», explica Crespo.
Para acudir no es necesario ser vegetariano o vegano, «de hecho de todos los que venimos normalmente hay un tercio que lo son y el resto no lo son», dice Íñigo. «Aquí todo el mundo es bienvenido».
Y así lo interpretan muchos de los que participan sin ser vegetarianos. Para Diego Sáez, que comenzó a acudir a estas citas «por experimentar», es «una oportunidad de conocer gente y venir a la Laurel de forma distinta, además en estas quedadas siempre hay muy buen ambiente», explica. Otra de las participantes, novata en estas cita gastronómicas, asegura «voy a repetir, está todo muy bueno». El amigo que le convenció es ya asiduo, «desde hace ocho meses no me pierdo ninguna de las quedadas vegetarianas, y eso que yo no lo soy». También él comenzó a acudir por un amigo.
Parece que el boca a boca funciona, también entre los hosteleros. Para los que todavía no tenían bocados vegetarianos estas rutas han sido una llamada de atención sobre un cliente potencial. Según Carlos Martínez, de la Taberna de Correos, «el hostelero tiene que saber adaptarse a todo». En su carta se encuentran una gran variedad de pinchos vegetarianos y también vinos ecológicos. Uno de los fieles a estas quedadas, Samuel Giró, explica que «en un grupo de diez personas, si hay uno que es vegetariano, al final el resto le sigue, y va allí donde su amigo vegetariano puede comer, arrastramos a mucha gente, y eso en muchos establecimientos lo han sabido ver».
Y no solo con la comida, también con la bebida. Según Crespo, «cuando empezamos solo había dos bares que ofreciesen vino ecológico, pero ahora son ya muchos más». Entre los veteranos en ofrecer esos caldos está Vinissimo. Su responsable, Marisa García, explica que «los pinchos vegetarianos y los vinos ecológicos no sólo se consumen en estas quedadas, cada vez hay más gente que te los pide un día cualquiera». Y es que, según explica Íñigo, la calidad de los vinos ecológicos ha mejorado mucho y eso potencia su venta.
Además de mantener las quedadas mensuales, entre los proyectos para el futuro está la difusión del listado de pinchos que tienen elaborado, con distinción entre veganos y vegetarianos, que de momento se reparte entre los asistentes.
De elcorreo.com
1 comentario:
No tengo perdón, yo aún no he ido nunca, y mira que me gusta la Taberna de Correos por eso.
Saludos: 3po.
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